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  • Hemos cambiado nuestro sentido de vida por sensaciones

    Es sabido por todos que en estos momentos nuestro bienestar emocional no está en sus mejores momentos. Vivimos en una incertidumbre que nos lleva a unos episodios de estrés importantes. La depresión ha asumido un papel muy protagonista en nuestras vidas y nuestro estado anímico no ayuda mucho.

    RRHH Hemos cambiado nuestro sentido de vida por sensaciones Cajasiete

    Es posible que no nos veamos reflejados en el párrafo anterior ya que nuestro nivel de adaptación como seres humanos está más que demostrado y esta adaptación hace que podamos soportar en mayor o menor medida lo que nos acontece de continuo. Sin embargo, adaptarse en muchas situaciones no es más que “vivir sin honor”, el pensar que “es lo que hay” o “no tengo más remedio” no se puede calificar como una adaptación al medio, sino más bien como una sumisión en un escenario determinado. Y esto es justamente lo que provoca que nuestra salud mental no sea la adecuada y que la depresión sea la causa de baja laboral más identificada en el mundo entero según la OMS (Organización Mundial de la Salud).

    Sí, estamos diseñados para garantizar nuestra supervivencia y nuestro cerebro se encarga de ello, estando dispuesto a pagar un alto precio por ello. Un alto precio que nos ha llevado a cambiar nuestro sentido de vida por sensaciones. Es posible que no nos guste nuestro trabajo que no estemos conformes con nuestra pareja, amigos, familia… que nuestro estilo de vida no sea el deseado. Pero nuestra capacidad, en ocasiones de una adaptación equivocada nos conduce a un resultado erróneo en donde la búsqueda de sensaciones sea el modo que tenemos de escapar de nosotros mismos. Podemos estar disconformes con nuestra vida, pero este fin de semana nos vamos a pasarlo a una playa maravillosa, a una casa en la montaña para disfrutar de la naturaleza, incluso a darnos un masaje para relajar nuestra tensión. No nos paramos a pensar que estos maravillosos escenarios son sensaciones temporales, es decir, el lunes me enfrento de nuevo a un estilo de vida que no deseo.

    Como seres humanos hemos perdido nuestro sentido de vida y hemos adaptado el mismo en la búsqueda incesante de sensaciones para así equilibrarlo. La ansiedad, el estrés y la depresión no se tratan desde esta perspectiva, es más, aumentan cuantas más sensaciones busquemos y más alejados estemos de nuestro sentido de vida.

    Los fármacos que utilizamos para dormir supuestamente mejor o para desconectar tampoco ayudan (salvo casos extremos), son resultados temporales a nuestros problemas. Nos cuesta entender que la mejor farmacología la tenemos en nuestro cerebro, pero apenas la visitamos. Se dice que la felicidad no es la ausencia de problemas sino el saber gestionarlos y para ello debemos afrontarlos de manera directa sin necesidad de pensar en escapar este fin de semana o de pensar en hacer un viaje para sentirnos mejor. De hecho, cuando regresamos de vacaciones es cuando se producen más episodios de estrés. Cuando regresamos de lo que hemos acuñado como “escapadas” es cuando incrementamos más nuestra ansiedad. Las sensaciones por tanto incrementan nuestro mal estado de salud mental.

    Tenemos una mochila enormemente cargada con responsabilidades y problemas que en muchas ocasiones no nos corresponden. Viajamos por la vida con un peso tan pesado que somos incapaces de disfrutar de lo único que tenemos, tiempo y energía. Con quien lo canalicemos o lo gastemos, es una opción de cada uno.

    Aun así, nos consideramos inteligentes y como raza humana ha quedado constatado, pero… dicen que una persona que obtiene buenas calificaciones es inteligente, pero estamos equivocados porque no es del todo cierto. La inteligencia según uno de los más prestigiosos expertos en neurociencia, Antonio Damasio, es realizar acciones que sean beneficiosas para nosotros mismos y también para los demás. Desde esta perspectiva, ¿somos realmente inteligentes?

    Debemos aprender a alejar a aquellas personas o escenarios tóxicos que nos provocan la búsqueda de sensaciones para “escapar” de la realidad”. Seguramente es lo más difícil que tenemos que hacer como seres humanos, pero también es la tarea más importante que debemos de hacer en nuestras vidas. Sin embargo, procedemos a alejarnos ya que de esta manera entendemos que solucionamos nuestros problemas cuando la solución estar en alejar creando distancia y así construir escenarios más beneficiosos para nosotros mismos y por supuesto para los demás, es decir, ser inteligentes.

    ¿Con quien compartimos nuestro TIEMPO y con quien gastamos nuestra ENERGÍA? Esta es la reflexión que nos conducirá a un estado anímico más beneficioso y a tener una salud mental más equilibrada sin tener que buscar sensaciones continuas en escenarios temporales. Ya lo dijo Confucio: «Todos tenemos dos vidas. La segunda empieza cuando nos damos cuenta de que tenemos solamente una» …

    Y nunca es tarde para recuperar nuestra esencia como seres humanos.

    FELIZ AÑO NUEVO.

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