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La Realidad Aumentada. Paralizar la moratoria
Sorpresa tras sorpresa, nos levantamos por la mañana dispuestos a sufrir nuevos avatares. Es un no parar. Desde la crisis financiera del 2008 hemos sufrido importantes acontecimientos negativos que han tenido efecto en la población.
Hemos vivido el horror de un virus letal, la crisis del transporte y de los chips y, ahora, una guerra en el corazón de Europa con sus repercusiones en la energía. No levantamos cabeza.
Todos estos avatares marcan y afectan a todos por igual. Y, desde luego, no solo en lo económico sino también en lo anímico. Si miramos al día a día, la situación comienza a verse preocupante.
Sin ahorro, con importante inflación, con endeudamiento y con incremento de los impuestos, como datos de partida, la salida a la crisis se ve muy difícil.
Y la renovable, ¿cómo afronta el futuro cercano? La realidad es que la situación es delicada, el incremento de los precios de las materias primas, del transporte y de la energía y con ellos el de los elementos a fabricar (paneles, aeros, etc.), nos lleva a una situación poco ilusionante.
Si, además, añadimos que el Cabildo de Fuerteventura ha paralizado la tramitación de proyectos, vía una moratoria, y que el Gobierno de Canarias se ha puesto de perfil sin asumir la posibilidad de aplicar el interés general, la posibilidad de lograr descarbonizar la economía canaria en el futuro próximo es claramente difícil.
Ya lo dijimos, o el Gobierno de Canarias es valiente y apuesta claramente por defender la utilidad pública o se harán muy pocos parques renovables en el Archipiélago. Y como consecuencia seguiremos quemando fueloil y gasoil, combustibles mucho más caros y más contaminantes que ningún otro.
Devolver dinero a Europa por no cumplir con los requisitos de las subastas Solcan y Eolcan, por decisiones políticas, sería un sin sentido inexplicable, que no se justifica con la intención de planificar para luego decidir dónde y qué proyectos se instalarán. Esto supone romper las reglas y las normas con las que hemos concurrido, por lo que nos sentiremos engañados y en un callejón sin salida.
No hace falta una moratoria para realizar la planificación, que entendemos que es la intención de las instituciones, y no se puede realizar de manera retroactiva sin tener en cuenta que hay que evitar la parálisis de la introducción de renovables.
En julio, hará un año desde la declaración de la moratoria en Fuerteventura y no hemos recibido ninguna noticia, ni positiva ni negativa Ya advertimos que esta decisión era un error absoluto. No solo por la paralización administrativa sino por la equivocada señal que se da a la sociedad de que el proceso de incorporación de renovables puede frenarse.
Asimismo, genera inseguridad jurídica y esta debe evitarse para que el sector pueda funcionar con normalidad.
Miremos el ejemplo de otras comunidades que han dado marcha atrás, como La Rioja y Cataluña, reconociendo que había sido un error y reconociendo que la implantación de renovables es un reto y una necesidad urgente. La realidad resulta dura en ocasiones pero muchas veces la hacemos todavía más dura por falta de criterio o por intereses políticos.
El objetivo es claro y vinculante con el mundo que queremos dejar a nuestros hijos, siempre mejor al que nosotros hemos vivido.
Este futuro que se vislumbra, ese horizonte al que nos acercamos como una realidad aumentada, necesita que cambiemos el paso, paralicemos la moratoria y busquemos soluciones urgentes que garanticen la sostenibilidad en nuestro territorio.
De no ser así, nuestros hijos nos lo reprocharán.