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¿Es posible emprender SIN DINERO?
En los artículos anteriores ahondamos en los retos que tienen los emprendedores cuando tienen una startup en fases iniciales a nivel producto y a nivel equipo, ahora analizaremos lo que ocurre a nivel económico y financiero…
Por la propia naturaleza de la startup ésta tiene dos grandes fases evolutivas: la VALIDACIÓN y el CRECIMIENTO.
No hay que llegar a leer o experimentar mucho para saber que la falta de dinero suele estar entre los principales motivos de fracaso en una startup, no sólo en fases tempranas, sino también en pleno crecimiento: si “se quema” demasiada caja, se acorta el “runway” del negocio (inversión que requiere llegar a un objetivo con una estructura de costes determinada) y eso imposibilita la supervivencia de la startup ya que no llega a la siguiente ronda de inversión o se tendrá que “malvender” en algún punto.
Pero en este artículo profundizamos en lo que ocurre en fase “Pre-seed”, ya que la mayoría de los proyectos se encuentran en estas fases de pre-financiación externa y es donde a parte de aprender metodologías de Lean Startup también debemos familiarizarnos con las fases de financiación de una startup.
No pensemos que necesitaremos tener muchos miles de euros ahorrados en el bolsillo / banco, o tener un socio capitalista para comenzar a emprender. De hecho, el Producto Mínimo Viable debe construirse con los mínimos recursos posibles y tener funcionalidades básicas, ya que el objetivo es el aprendizaje sobre el mercado y el cliente. Tampoco debemos olvidarnos de los otros recursos que tenemos a nuestro alcance: experiencia, conocimientos, tiempo y contactos.
Aunque en los últimos años / décadas los grandes fondos de inversión han provisto a algunas de las startups para crecer sin tener del todo validado su modelo de negocio, la verdad es que la evolución natural de la comunidad inversora española y los acontecimientos del mercado internacional (inflación, guerra, etc.) hace que se invierta con más cabeza cada céntimo desde el nacimiento de una empresa, ya que el acceso a fondos para crecer sin haber completado la fase de validación y sin haber llegado al Product-Market Fit es prácticamente imposible, a no ser que tengas los contactos necesarios y la confianza de los inversores o de algún partner estratégico desde antes, pero eso será tema de otro artículo…
En la fase Pre-Seed, aunque nuestro Producto Mínimo Viable se pueda crear y lanzar con los mínimos recursos posibles, la verdad es que necesitaremos algo de dinero para empezar… El estudio de mercado podemos hacerlo de forma gratuita y con ingenio, pero llegado al punto de crear un MVP y empezar a hacer pequeños experimentos, micro-campañas de publicidad, en realidad ya necesitamos recursos propios o los que nos dan los FFFs (Family, Friends & Fools). Esta primera fase en la mayoría de los casos no debería de superar los 10 mil euros de inversión, (pero por ejemplo las tecnologías intensivas, Fintech, Healthtech operan con mayores importes).
En el mundo “startupero” abrazamos el fracaso. Posiblemente tu primer MVP no sea el que finalmente se logre validar en el mercado, ni el segundo. Aunque al iniciarnos en el mundo emprendedor nos invada la idea romántica “de aquí a 1 año me estaré forrando”, lo más probable es que tardes más en lograrlo, tengas que bajar tu ego, descartar la primera versión de tu “bebé” y tener que hacer mil cambios para finalmente dar una respuesta real a un grupo de gente que esté dispuesto a pagar por ello. Recuerda que si no tienes clientes pagando, (normalmente) tu idea de negocio no tiene futuro.
Así que es posible que tengas que volver a repetir el proceso de ahorrar dinero y/o pedirlo a los que ya te habían dado. Trabajar por cuenta ajena mientras se ahorra para la siguiente versión del MVP es algo que ha vivido el 90% de los emprendedores, así que no te desesperes si estás en esa situación… :)
Así que respondiendo a la pregunta del título, la verdad es que NO es posible emprender sin dinero. La cuestión es cómo llegar a objetivos con relativamente poco dinero, aplicando mucho Growth Hacking y teniendo un equipo o una red de contactos que nos echen una mano con alguna parte del desarrollo (gratis). Los bonos para emprendedores (Innobonos, Kit Digital) o capitalizar el paro también son buenos complementos para arrancar.
La verdad es que aunque hay muchos artículos pintando de rosa el tema de las rondas de inversión (o crowdfunding) privadas y la financiación pública desde un principio, lo cierto es que cada uno tiene unas exigencias altísimas (métricas de ventas, usuarios, crecimiento)!!! ¿Cuáles son? Normalmente te lo contarán en el e-mail de rechazo… La fase antes de la primera ronda y con algo de métricas y en mercado se denomina “Valle de la Muerte”, y es aquí donde la mayoría de las startups mueren.
Para poder salir del “valle” debemos remangarnos de nuevo, poner un ticket de inversión considerable de nuestro bolsillo, conseguir dinero de Business Angels que (ya) nos conocen y complementarlo con fondos públicos que existen para proyectos de base tecnológica, que los hay en todos los niveles (Enisa - UE, incluso a nivel insular: SPEGC) y también por sectores. Llegado a este punto ya tendrás establecido un plan de financiación para los siguientes 24-36 meses. Montar un plan de financiación de una startup a 1-5-7 años es más semejante al dominó: mientras vamos “desbloqueando” objetivos, tendremos acceso a mayores y mejores fuentes de capital para financiar el crecimiento de nuestro negocio.
Por experiencia propia y sacando la conclusión de cientos de conversaciones con otros emprendedores y mentores, resulta que es mucho más fácil llegar a tus primeros 10-100 clientes que arrancar tu primera ronda de inversión privada. Así que debes de estar preparad@ para la lucha por la supervivencia…