Actualidad
¿Qué cliente quieres tú?
Durante demasiado tiempo hemos tratado de encajar los nuevos conceptos en nuestro sector turístico en lugar de encajar nuestro sector turístico en los nuevos conceptos.
Tras asumir que por mucho manejar a los cuatro vientos conceptos como innovación, sostenibilidad, Smart y experiencias nada va a cambiar, parece que al fin nos hemos puesto manos a la obra.
La formación, los proyectos, la concienciación, y la visibilidad además de como siempre; la regulación y los fondos públicos (Next Generation), nos han puesto las pilas definitivamente y nos convierten en los máximos defensores de los ejes transversales del cambio. Una pena, corremos de nuevo el riesgo de ser vagones de cola y no líderes del proceso como ya alertaba en un post anterior, en cualquier caso, con suerte aprovecharemos la ola del cambio para esta vez sí, ¡marcar la diferencia!
Actualmente no hay fondos para proyectos que no sean sostenibles, digitalizados y resilientes. Esto nos hace plantearnos algunas cuestiones: ¿es la sostenibilidad una burbuja?, ¿es rentable la sostenibilidad en sí misma como argumento de venta? ¿Es decir, está dispuesto el cliente a pagar más por un producto que es sostenible?
La tendencia está clara, el desarrollo también obliga, los fondos públicos empujan, pero, la pregunta es si en estos momentos la sosteniblidad es un factor decisorio para los clientes y sobretodo: ¿puede afectar la sosteniblidad a la pirámide de precios de nuestros productos y servicios, encareciéndolos, y aun así hacerlos más rentables?
Esta cuestión es aún fruto de análisis y los datos no son todavía determinantes. Múltiples factores afectan a la visión sobre la sostenibilidad y nos encontramos con sesgos de edad o de nacionalidad muy potentes.
Dos factores nos ayudan a aumentar la rentabilidad, o subir los precios, o bajar los costes.
Subir los precios de forma significativa y general apelando a la sostenibilidad es aún temerario ya que la demanda no está suficientemente madura.
Sobre los costes, ya hay medidas que tomadas con el foco en la sostenibilidad mejoran las cuentas de resultados de las empresas; la inversión en las energías verdes, las medidas orientadas a 0 waste, o la buena gestión de los residuos y los proyectos de innovación y digitalización que mejoran, procesos y comercialización directa a los clientes.
Podemos concluir que la sostenibilidad nos aleja del fantasma de competir en precio, nos acerca a la senda de los productos diferenciadores que mejoran la comunidad y el sector. Aún es un nicho que ganará clientes con el tiempo, pero con la fórmula de la sostenibilidad ganamos todos porque no hay destino sostenible sin sociedad sostenible.
Así es que ante la pregunta: ¿es rentable la sostenibilidad?, opino que la pregunta correcta sería ¿es rentable NO ser sostenible?, y ¿por cuánto tiempo?
Las tendencias son claras: los clientes que valoran la sostenibilidad van en aumento y estos viajan a los destinos que ofrecen autenticidad local, gastronomía Km0, posibilidad de interactuar con la comunidad local, valoran descubrir su cultura en el más amplio sentido del concepto, quieren cuidar el entorno y la naturaleza, conocerla y respetarla… ¿qué cliente quieres tú?